Desde la Sociedad Chilena de Medicina Familiar explican que detectar de forma correcta un ACV es clave para mejorar los resultados clínicos de los pacientes y reducir las secuelas graves.
Este martes 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular (ACV), una jornada clave para sensibilizar sobre esta enfermedad y la importancia de su prevención. Los ACV ocurren cuando el flujo sanguíneo hacia ciertas zonas del cerebro se interrumpe debido a un daño en las arterias o vasos sanguíneos, provocando la muerte de células cerebrales y generando, en muchos casos, discapacidades permanentes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que el ACV es la primera causa de discapacidad en adultos y la segunda causa de muerte en el mundo. Cada año, más de 15 millones de personas sufren uno, y más de la mitad fallecen.
En Chile, esta cifra es alarmante: una persona muere cada hora debido a esta afección, convirtiendo al ACV en una de las principales causas de muerte en el país y afectando a más de 40.000 personas anualmente, según cifras del Ministerio de Salud.
El doctor José Zamorano, vicepresidente de la Sociedad Chilena de Medicina Familiar (Sochimef), subraya que los principales factores de riesgo que predisponen a una persona a sufrir un ACV incluyen “el descontrol de la hipertensión arterial, antecedentes de tabaquismo, edad avanzada, diabetes mellitus e hipercolesterolemia.”
La hipertensión es uno de los factores desencadenantes más relevantes, por lo que “mantenerla controlada es crucial para reducir el riesgo”, agrega el facultativo.
En esta línea, en caso de sospecha, aplicar una prueba sencilla puede ser una herramienta fundamental para reconocer los síntomas y actuar rápidamente. ¿En qué consiste este método? Se basa principalmente en tres puntos a observar:
– Brazos: Solicitar que levante ambos brazos; una caída o debilidad en un brazo puede ser señal de alerta.
– Cara: Pedir a la persona que sonría para verificar si un lado de la cara muestra debilidad.
– Hablar raro: Pedirle que repita una frase simple para observar si hay dificultad o incoherencia en el habla. También se recomienda hacer preguntas de ubicación espacial y de tiempo, como “dónde nos encontramos” y “qué día es hoy”.
“La identificación temprana de estos síntomas es clave para mejorar los resultados clínicos de los pacientes y reducir las secuelas graves”, enfatiza el vicepresidente de Sochimef, quien agrega que la intervención médica dentro del llamado “periodo ventana” es determinante en el pronóstico de los afectados.
Desde la Atención Primaria de Salud (APS), el especialista destaca la importancia de fortalecer estrategias de prevención, lo que incluye aumentar la disponibilidad de personal clínico para realizar controles médicos y crear instancias educativas y comunicacionales que informen a la población sobre los signos y síntomas de alerta. Además, enfatiza la necesidad de optimizar las redes de derivación en la red de salud, de manera que los pacientes con sospecha de ACV puedan recibir una intervención temprana y adecuada.
Finalmente, el doctor Zamorano recomienda a las personas que “busquen apoyo profesional para modificar hábitos de riesgo,” siguiendo directrices como las que el Ministerio de Salud promueve, que incluyen “una alimentación equilibrada, actividad física regular, control del peso y reducción del consumo de tabaco.” Estas acciones ayudan a prevenir el ACV y otros problemas cardiovasculares asociados.