La personera detalló que los fiscalizadores de la Unidad de Alimentos de la entidad que dirige, constataron al momento de la inspección, que el recinto ubicado en las Heras 241 – presentaba pésimas condiciones de almacenaje de sus alimentos, puesto que el volumen de éstos sobrepasaban de manera significativa la capacidad de sus equipos de refrigeración. “Había una importante cantidad de productos en estantes a temperatura ambiente, hallándose asimismo bowls en el piso, en los que se buscaba descongelar carnes”, dijo.
PROGRAMA BPM
Igualmente la visita de los profesionales del Area de Alimentos, efectuada en el marco de su programa anual de fiscalización de Buenas Prácticas de Manufacturas, (BPM), arrojó la existencia de baratas al interior y detrás de los equipos de refrigeración, constatándose que no estaban contratados los servicios de una empresa de control de plagas.
Paralelamente la fiscalización mostró la existencia de sólo un espacio para la materialización de todos los procesos productivos asociados a la recepción preelaborado, elaborado, montaje y lavado de ollas y utensilios, evidenciando graves problemas de hacinamiento. A estos antecedentes, dijo, se suma el hecho que personal no cuenta con ropa de trabajo, casilleros ni servicios higiénicos.
SUMARIO SANITARIO
Bravo puntualizó que en la oportunidad y también en el marco de las fiscalizaciones BPM, personal de la Seremi de Salud, procedió a la aplicación de un sumario sanitario en contra de la panaderia O”Higgins ubicada en calle O’higgins No. 356, también del vecino puerto. Ello, a raíz de deficiencias de infraestructura que incluyen cielo condensado y orificios en paredes que comunican con exterior.
Las transgresiones consideraron asimismo la existencia de un lavamanos inoperativo, falta de insumos de higiene; ausencia de un sector de acopio de basura y áreas para el lavado de latas y utensilios en un pasillo de tránsito a lo que se agrega una bodega de sacos de harina sobre el que atravezaba tubo de pvc destinado a la descarga aguas negras.
SANCIONES
La prohibición de funcionamiento se mantendrá hasta que el restaurante haya zanjado todas sus deficiencias, mientras que los sumarios tanto para el propio restaurante como para la panadería podrían generar sanciones que van desde un décimo a las mil UTM.