La Secretaría Regional Ministerial está impulsando el Plan Antofagasta, estrategia de convivencia y seguridad diseñada especialmente para esta zona. El seremi Alonso Fernández explicó que la iniciativa “entrega herramientas a los equipos educativos para que enfrenten situaciones violencia, maltrato y consumo de drogas”.
La Secretaría Regional Ministerial de Educación de Antofagasta inició un trabajo enfocado en prevenir hechos de violencia en el entorno de establecimientos educacionales, como los ocurridos recientemente en el centro de la capital regional y que han involucrado a algunos liceos de la zona.
“Rechazamos firmemente estos casos de violencia, que han impactado negativamente a comunidades educativas de Antofagasta. La seguridad en contextos educativos es clave para asegurar el desarrollo integral de las y los estudiantes, y es por eso que estamos tomando medidas al respecto”, explicó el seremi Alonso Fernández.
Una de estas acciones, coordinadas junto con la Delegación Presidencial Regional de Antofagasta y Carabineros, es el reforzamiento de la vigilancia policial de los liceos involucrados en estos hechos, para mejorar la seguridad en sus inmediaciones.
Asimismo, el seremi de Educación ha mantenido espacios de diálogos para escuchar los planteamientos de representantes de los establecimientos y la Corporación Municipal de Desarrollo Social de Antofagasta (CMDS). “Nuestra convicción es que el abordaje de los temas de convivencia comienza en las comunidades educativas, con un acompañamiento que involucra a los sostenedores y la institucionalidad pública”, aseguró el seremi Fernández.
La autoridad destacó que para evitar riñas y mejorar la convivencia al interior de los establecimientos, desde la Seremi de Educación “estamos aplicando el Plan Antofagasta, que es una estrategia de convivencia y seguridad diseñada especialmente para esta zona, que entrega herramientas a los equipos educativos para que enfrenten situaciones violencia, maltrato y consumo de drogas”.
A través de este plan, que tiene un presupuesto de $300 millones, se contratará un equipo multidisciplinario que incluye psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales y abogados, que trabajarán en la región los temas de convivencia y bienestar, beneficiando a 209 establecimientos de la región. Este trabajo se está realizando en coordinación con otras instituciones públicas, como la Corporación Municipal de Desarrollo Social de Antofagasta y la Subsecretaría de Prevención del Delito.
Acciones ministeriales por convivencia educativa
Al Plan Antofagasta se suman otras iniciativas del Ministerio de Educación con alcance nacional. Una de estas es el programa “A convivir se aprende”, que en 2023 impactó positivamente a 128 mil estudiantes de las comunas de Antofagasta, Calama, Mejillones y Tocopilla, a las que este año se sumarán María Elena, San Pedro de Atacama, Sierra Gorda y Taltal. Por otro lado, el programa “Habilidades para la vida” benefició durante 2023 a 48 mil estudiantes de las comunas de Antofagasta, Calama, Taltal y Tocopilla.
A esto se suma la inclusión de Antofagasta y Calama en las 50 comunas priorizadas del Programa Comunidades Educativas Protegidas, iniciativa intersectorial enfocada en la prevención y abordaje oportuno de situaciones o hechos de violencia al interior o en el entorno inmediato de los establecimientos educativos, presentada en mayo de este año.
“Este es un trabajo que buscamos reforzar con el proyecto de ley sobre convivencia, buen trato y bienestar de las comunidades educativas, que el Mineduc ingresó recientemente a la Cámara de Diputadas y Diputados, y que promoverá una nueva forma de gestión de convivencia para que las comunidades educativas sean espacios de protección y bienestar”, explicó el seremi Fernández.
Este proyecto recogió aportes de otras mociones legislativa, entre ellas, el proyecto de ley Katherine Yoma, llamado así en referencia a la profesora de Antofagasta que se quitó la vida, y que aborda el bienestar de los equipos educativos
Es necesario enfatizar que todo lo anterior, viene a sumarse al trabajo del sostenedor en la tarea de la actualización del protocolo de convivencia escolar, para abordar esta problemática en forma conjunta y sistemática