Hidatidosis. Así se llama la patología parasitaria que puede ser transmitida desde los perros al humano, dañando principalmente el hígado y pulmón, enfermedad que no obstante, puede ser prevenida exitosamente con una adecuada desparasitación de las mascotas más expuestas cada 45 días.
En ese marco, la Autoridad Sanitaria anunció la aplicación de más de 1.500 comprimidos en las localidades de Río Grande, Socaire, Talabre, Camar y San Pedro de Atacama durante octubre y noviembre, acción que tiene el objetivo de evitar que los canes adquieren el parásito “Equinococus granulosus”, causante de la citada patología y que ingresa a sus cuerpos al comer vísceras crudas de cerdos, ovejas, cabras, llamas o vacas.
PRINCIPIO ACTIVO
Leonor Castillo, Seremi de Salud (S), detalló que los comprimidos, contienen el principio activo “praziquantel” de 50 milígramos para perros de 10 kilos. Acotó que la Hidatidosis, afecta al ser humano, el que actúa como hospedador intermediario del parásito Echinococuss granulosus, causante de la patología.
La personera subrayó que la prevención incluye justamente una adecuada y permanente desparasitación de los perros por parte de sus dueños, acción que la propia Autoridad Sanitaria está facilitado de manera gratuita en el marco del Programa de Prevención de Hidatidosis; impedir que los perros ingieran visceras de los animales faenados en casa, además de una correcta higiene de manos” subrayó.
Detalló que el agente patógeno penetra la mucosa intestinal hacia los vasos sanguineos y viaja a los órganos donde generan una masa multinucleada que se vacuoliza y crece constituyendo finalmente los quistes hidiáticos principalmente en el hígado, pulmón y en menor medida en el cerebro y corazón.
POR AÑOS Y DÉCADAS
Los quistes crecen lentamente y pueden sobrevivir por años o décadas e incluso llegar a calcificarse sin necesariamente producir síntomas, debiendo ser extirpados mediante una acción quirúrgica. En muchos casos – añade – la infección es detectada incidentalmente a través de un examen de imagenología.
Acotó que cuando se generan síntomas, éstos se deben principalmente por el efecto de la presión que ejerce la masa del quiste sobre el órgano donde se aloja o debido a una ruptura espontánea o traumática del quiste, lo que puede provocar entre otros, una reacción anafiláctica (erupción cutánea, náuseas, vómitos, dificultad para respirar y shock).