Con la llegada de la primavera, el Hospital Regional de Antofagasta (HRA) hace un llamado a la comunidad para extremar cuidados frente a la exacerbación de alergias y afecciones cutáneas. Durante esta estación, las consultas por problemas respiratorios y dermatológicos suelen aumentar debido a la mayor exposición a alérgenos y cambios ambientales. Especialistas del hospital ofrecen consejos claves para prevenir complicaciones, especialmente entre niños y personas con condiciones crónicas.
“La primavera es esperada por muchos por el retorno del sol, pero también es una temporada crítica para quienes tienen predisposición a alergias”, afirma la Dra. Ligia Rodríguez, inmunóloga y alergóloga del Servicio de Pediatría del HRA.
En esta época del año, la polinización, aunque menos intensa en el norte del país, se combina con la exposición a ácaros, maleza y otros agentes irritantes presentes en el entorno local, desencadenando una serie de síntomas alérgicos, complementó la especialista.
Síntomas más comunes en primavera
La Dra. Rodríguez destaca que los principales síntomas incluyen estornudos, congestión nasal, picazón de ojos y nariz, así como tos nocturna y ronquidos, todos asociados a una mayor exposición a los alérgenos. “En pacientes con comorbilidades, como asma o rinitis alérgica, estos síntomas tienden a empeorar”, agrega.
Según la inmunóloga, aproximadamente un 40% de las personas con rinitis alérgica desarrollan asma alérgica, y viceversa, lo que convierte a la primavera en un desafío aún mayor para quienes padecen ambas condiciones.
Los grupos etarios más vulnerables incluyen desde preescolares hasta adultos mayores, aunque cualquier persona con predisposición alérgica puede experimentar un empeoramiento de los síntomas en esta estación. Rodríguez señala que “el adulto que llega a desarrollar alergias sin un tratamiento adecuado suele presentar exacerbaciones significativas, especialmente si tiene comorbilidades como dermatitis o asma”.
¿Cuándo acudir a urgencias?
En cuanto a las señales de alerta, la especialista enfatiza que síntomas como la opresión en el pecho, sensación de ahogo y crisis asmáticas son razones suficientes para buscar atención médica inmediata. “Es vital que los pacientes mantengan sus controles regulares y sigan sus tratamientos. Si después de una exposición al pasto o a algún otro alérgeno, sienten dificultad para respirar, deben acudir a urgencias sin demora”, advierte la Dra. Ligia Rodríguez.
Cuidado de la piel en primavera
La dermatóloga pediátrica del HRA, Andreina Garmendia, también subraya la importancia de proteger la piel durante esta estación, sobre todo en niños y personas con piel atópica. “Con el aumento de las temperaturas, sudamos más y la piel queda expuesta a alérgenos como el polvo y el polen, lo que puede desencadenar o agravar cuadros de dermatitis atópica”, señala.
La dermatitis atópica, según explica la Dra. Garmendia, es una enfermedad inflamatoria que se presenta comúnmente en niños y está estrechamente vinculada con antecedentes familiares de asma y rinitis alérgica. “La piel de estos pacientes tiende a ser seca y con picazón, lo que puede agravarse si no se toman las medidas preventivas adecuadas”, detalla.
Recomendaciones generales
Entre las recomendaciones para cuidar la piel y prevenir alergias en primavera, las especialistas del HRA sugieren:
-Evitar los alérgenos conocidos, como ácaros o el polen. Mantener las habitaciones ventiladas y limpias, y evitar la acumulación de polvo o peluches.
-Hidratación adecuada de la piel. El uso de cremas emolientes restauradoras es clave para prevenir brotes de dermatitis atópica.
-Ropa ligera y protección solar para minimizar la exposición a factores ambientales que irritan la piel.
-Baños cortos y con agua tibia, utilizando limpiadores sin jabón (Syndet) para evitar el resecamiento de la piel.
-Evitar el aire acondicionado, ya que tiende a resecar el ambiente y, por ende, la piel.
“El cuidado debe comenzar antes de que lleguen los síntomas más severos”, destaca la especialista en dermatología. “Los padres deben estar atentos a cualquier signo de alerta, como la aparición de costras o el crecimiento de lesiones en áreas claves del cuerpo, como los pliegues de los brazos”.
Fortalecimiento del sistema inmunológico
En cuanto a la inmunidad, la doctora Rodríguez recuerda la importancia de una evaluación por un especialista. “Si un paciente presenta síntomas persistentes, como infecciones recurrentes, es recomendable que consulte a un inmunólogo para determinar si existen deficiencias inmunitarias subyacentes que requieran tratamiento específico”, añade.