Seremi de Educación y directora regional de Junaeb encabezaron la visita de inspección, que permitió verificar en terreno el cumplimiento de las exigencias y normativas.
A pocos días de iniciar el año escolar, en Junaeb ya comenzaron los preparativos para recibir a los miles de estudiantes que ingresarán a clases durante los próximos días y que desde su primera jornada van a requerir del apoyo que entrega la institución a través de los diversos programas implementados para acompañar su proceso de aprendizaje.
Uno de los que concentra mayor cantidad de beneficiarias y beneficiarios, es el Programa de Alimentación Escolar PAE, que solo durante el 2023 registró un total de 37.652 en toda nuestra región y que para el año en curso proyecta una cifra similar o superior.
Ejecutar el PAE requiere de un trabajo de coordinación importante, donde la empresa encargada del servicio es clave. El grupo de profesionales multidisciplinario de Junaeb debe realizar con la anticipación correspondiente, las supervisiones necesarias para verificar que se cumplan con plazos y normativas establecidas en el contrato.
Esta programación permite que, al comenzar las clases, se pueda entregar de forma adecuada y en los tiempos correspondientes, los servicios de alimentación en los establecimientos de educación pública y subvencionada de nuestra región.
Fue en este contexto que el seremi de Educación Alonso Fernández y la directora regional de Junaeb, Nellie Miranda Eldan, llegaron hasta las bodegas San Francisco, ubicadas en el sector La Negra, a supervisar en terreno que estuvieran todos los insumos necesarios listos para su distribución, esto a fin de garantizar que lleguen en los tiempos fijados para garantizar la entrega del servicio a las y los estudiantes.
“Visitar las bodegas nos permite ver en terreno que efectivamente las cosas se están haciendo bien, que la empresa está cumpliendo con los compromisos adquiridos y principalmente, que los establecimientos recibirán a tiempo los productos necesarios para brindar desde el primer día de clases, el servicio de alimentación para cada uno de nuestras y nuestros beneficiarios”.
El regreso a clases está contemplado para el próximo lunes 5 de marzo, en el caso de los establecimientos públicos. Comenzar el despliegue en terreno con anticipación permite garantizar que las y los estudiantes regresen con todos los servicios operativos.
“Se trata de una supervisión en el marco del inicio del año escolar, asegurándonos el suministro y el buen funcionamiento en la entrega a los beneficiarios, que son cerca de 38 mil alumnos que se van a ver beneficiados con el programa de alimentación escolar, que pertenecen al 60% de las familias más vulnerables de Antofagasta, Mejillones, Tocopilla y Taltal. Es importante ver que está todo en orden y que el inicio del año escolar se debería desarrollar sin ningún inconveniente. Continuaremos con el trabajo en conjunto con Junaeb regional, reforzando la tarea de facilitar la incorporación y permanencia de los niños, niñas y jóvenes estudiantes de la región en sus establecimientos educacionales.”, destacó el seremi de Educación, Alonso Fernández.
Las supervisiones desde Junaeb se mantendrán durante todo el año. Se proyecta la próxima semana se verifique en terreno que comience el proceso de distribución de los insumos necesarios, para entregar los servicios contemplados en el programa.
El PAE entrega durante el año escolar desayunos, almuerzos, onces, colaciones y cenas, según corresponda, a estudiantes en condiciones de desventaja social, económica, psicológica o biológica, que cursen educación pre básica, básica, media o de adultos y que asistan a establecimientos educacionales Municipales, dependientes de Servicios Locales de Educación (SLEP) o Particulares Subvencionados, adscritos al programa, aportando a los requerimientos nutricionales de cada etapa y facilitando la incorporación y permanencia en el sistema educacional.
Son 60 años trabajando por el desarrollo de las y los estudiantes de nuestro país, resguardando que el proceso educativo y de aprendizaje no se vea interrumpido por no contar con las coberturas sociales básicas, como la alimentación.