El Hospital Regional de Antofagasta ha sido escenario de una inédita intervención quirúrgica, que reunió a un equipo multidisciplinario de especialistas en otorrinolaringología, cirugía de cabeza y cuello y cirugía maxilofacial. El objetivo: extirpar un agresivo tumor en la región del oído derecho de un adulto mayor de 68 años, y devolverle la funcionalidad a su mandíbula a través de una prótesis de titanio, primera en su tipo colocada en este recinto asistencial.
La historia comenzó con la llegada del paciente desde Calama, diagnosticado con un cáncer invasivo que comprometía no solo la estructura auricular, sino también la articulación mandibular. El caso fue evaluado minuciosamente por los especialistas del hospital, quienes definieron un abordaje conjunto para enfrentar el desafío quirúrgico.
La cirugía que desafió los límites
“Este era un paciente con antecedentes de múltiples cánceres de piel en la cabeza y el cuello, que ya había sido operado anteriormente. Sin embargo, esta vez el tumor afectó profundamente la región del oído derecho, comprometiendo la oreja y parte de la mandíbula. Por ello, se decidió una cirugía multidisciplinaria de resección tridimensional”, explicó Cristóbal Chávez Sepúlveda, especialista otorrinolaringólogo del Hospital Regional de Antofagasta.
Su rol fue fundamental: resecar el tumor dentro del conducto auditivo externo, incluyendo el tímpano, hasta las estructuras más profundas del oído. “Posteriormente, reconstruimos esa zona con injertos. Este tipo de patologías, aunque derivadas del cáncer de piel —muy común en esta región—, rara vez presentan una invasión tan severa como la de este paciente”, añadió.
Más allá de lo clínico, el especialista destacó el impacto de poder resolver estos casos en Antofagasta. “En regiones donde las ciudades están tan distantes, es vital contar con centros como este. Trasladar a pacientes a Santiago implica tiempo y riesgos que pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte”.
Salvar el nervio facial: el corazón del desafío
La operación duró diez horas. El Dr. David Coronel Fuentes, cirujano de cabeza y cuello, tuvo a su cargo la compleja tarea de preservar el nervio facial durante la resección tumoral.
“La dificultad mayor no estaba solo en la extensión del tumor, sino en que ya se había operado anteriormente y había recibido radioterapia, lo que hace más complejo el abordaje quirúrgico. En estos casos, resecar con márgenes oncológicos seguros implica trabajar muy cerca del nervio facial. De no cuidarlo, el paciente pierde movilidad en el rostro, no puede cerrar el ojo y se expone a severas complicaciones oculares”, explicó.
Pese a no contar con neuromonitores —tecnología que permite mayor precisión para evitar daños nerviosos—, el equipo recurrió a su vasta experiencia. “Hoy el paciente puede cerrar el ojo, aunque de manera más lenta. Eso ya es un logro clínico importante”, subrayó.
Además, enfatizó en el modelo de atención del HRA: “Somos centro de derivación para toda la macrozona norte. Atendemos casos de Antofagasta, Calama, Tocopilla, Mejillones, Taltal e incluso de Tarapacá y Atacama. Resolvemos más del 99% de los casos aquí mismo. Esa es nuestra fortaleza y compromiso con la comunidad”.
Una prótesis de titanio que restauró la vida
La reconstrucción mandibular recayó en el doctor Jorge Arancibia, cirujano maxilofacial, quien ejecutó una cóndilectomía y la posterior instalación de una prótesis personalizada de titanio.
“El tumor había comprometido el cóndilo mandibular, lo que imposibilitaría al paciente comer o hablar si no se reemplazaba. Esta prótesis, que fue donada por la empresa Enterfix Chile, tiene un valor cercano a los 16 millones de pesos. No solo fue diseñada a medida, sino que también vino un representante para apoyar su instalación”, relató el especialista.
La operación marcó un hito: es la primera vez que se coloca una prótesis mandibular de este tipo en el Hospital Regional de Antofagasta. “El paciente recuperará plenamente su funcionalidad mandibular. Nos falta ahora evaluar la reconstrucción del pabellón auricular, que también podemos gestionar en el futuro”, agregó Arancibia.
Un hospital que crece junto a su comunidad
Desde la subdirección médica del hospital, el Dr. Manuel Loo, subdirector médico, destacó el valor institucional de esta cirugía.
“Este procedimiento refleja nuestro modelo: una atención resolutiva, interdisciplinaria y centrada en el paciente. No solo evitamos el traslado a otras regiones, también fortalecemos nuestras capacidades internas. Queremos que el Hospital Regional de Antofagasta sea un referente en cirugías complejas y en formación de especialistas”, sostuvo.
“Estamos convencidos de que el crecimiento de nuestro hospital se da cuando integramos saberes, colaboramos entre servicios y priorizamos la permanencia de nuestros pacientes en su entorno. Es así como damos respuesta a las necesidades reales de la macrozona norte”, concluyó.
Gracias a la dedicación y experticia de los equipos clínicos del HRA, un caballero de 68 años —que enfrentaba uno de los desafíos médicos más severos de su vida— hoy se recupera con esperanza. Su historia no solo refleja una victoria clínica, sino el compromiso de un hospital que día a día amplía sus fronteras para que nadie, en el norte del país, quede fuera del acceso a una salud digna y de calidad.