En dos conversatorios destacaron el rol técnico del Instituto de Investigaciones Agropecuarias y hablaron de sus experiencias en el control de la maleza
El “Programa de Extensión, con Enfoque Territorial, para el Control Integrado y Manejo de la maleza Mostaza Negra”está culminando luego de tres años de ejecución, y para cerrar ciclos, los profesionales del Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA Rayentué, convocaron a dos conversatorios donde las y los agricultores compartieron sus experiencias respecto al control de la maleza.
Los encuentros, desarrollados en Calama y Chiu Chiu, fueron una instancia positiva y llena de diálogo, donde los productores valoraron los conocimientos adquiridos para lograr recuperar la capacidad productiva de sus tierras, cumpliendo así con el objetivo del programa.
Patricia Videla, jefa de la Oficina Técnica Calama de INIA destacó que “esta reunión final fue para cerrar varios temas y quedarnos con la impresión de los agricultores respecto al programa y con cuánto conocimiento quedaron luego de tres años de trabajo. Hay un antes y un después notorio para el control de la maleza y vimos que la apreciación es bastante positiva, ya que lograron adquirir mucho conocimiento. Además, les entregamos la información de los distribuidores de insumos agrícolas y se definió qué se hará con la maquinaria que quede del programa”.
Aporte del programa
El agricultor del sector Cerro Negro, Luis Jorquera, expresó que “me gusta mucho la transparencia, todo el apoyo que recibimos del INIA nos ayudó mucho para mantener la agricultura de Calama, que en este desierto es muy difícil. Los aprendizajes son importantes, porque ahora ya podemos trabajar con más confianza la tierra”.
Otro de los agricultores de Cerro Negro, Orlando Bravo, valoró que “se pudo apaciguar toda la maleza, no tengo tanta como antes, por eso fue bueno este aporte, porque aprendimos a controlarla para seguir cultivando choclo y alfalfa, pero sabiendo que no la vamos a erradicar y que nos va a acompañar siempre”.
Así también la agricultora de Río Grande, Ana Plaza, comentó que “aún tengo un poco de maleza, porque es muy difícil controlarla, pero en todo este tiempo he aprendido mucho de los profesionales del INIA, ya que traen toda la información técnica. El apoyo que nos entregaron ha permitido que igual cultivemos nuestros productos”.
La reunión entre los agricultores de Calama e INIA Rayentué representó un paso significativo en el fortalecimiento de la agricultura local y el control efectivo de la maleza, desafío que se logró con el aporte del Gobierno Regional de Antofagasta y el CORE.