Chile registra 41 femicidios consumados y más de 300 frustrados o tentados, mientras que en la región de Antofagasta se contabilizan 2 femicidios consumados y 10 frustrados.
En el marco del Día Nacional Contra el Femicidio, la Seremi de la Mujer y Equidad de Género de la región de Antofagasta organizó un conversatorio con mujeres pertenecientes a diversas agrupaciones sociales y feministas de la región. La actividad tuvo como objetivo conocer sus inquietudes, experiencias y opiniones, con el fin de identificar los desafíos pendientes en materia de prevención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres.
Durante el conversatorio, se resaltó la alarmante realidad de la violencia de género en el país. Este año, Chile registra 41 femicidios consumados y más de 300 frustrados o tentados, mientras que en la región de Antofagasta se contabilizan 2 femicidios consumados y 10 frustrados. Estas cifras reflejan la urgente necesidad de seguir avanzando en políticas públicas que enfrenten esta problemática desde todos los ámbitos.
En su intervención, la Seremi de la Mujer y EG, Hanna Goldener, destacó la importancia del trabajo coordinado entre las organizaciones sociales, feministas, parlamentarios y gobiernos, que han contribuido significativamente a visibilizar la violencia de género y sus devastadoras consecuencias. “Reconocemos el rol fundamental que desempeñan las organizaciones y los movimientos sociales en la lucha contra la violencia hacia las mujeres. Sus voces son clave para impulsar cambios estructurales que nos permitan avanzar hacia una sociedad más segura y equitativa”, enfatizó.
Asimismo, se subrayó el impacto positivo de la entrada en vigencia de la Ley Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, que mandata a los órganos del Estado a actuar de manera coordinada y con debida diligencia en la prevención y respuesta a casos de violencia de género. “Esta ley marca un antes y un después en la forma en que enfrentamos la violencia contra las mujeres, estableciendo medidas concretas para protegerlas y sancionar a los responsables. Es un gran paso, pero sabemos que queda mucho por hacer. El femicidio es la expresión más extrema de la violencia de género, y como sociedad tenemos el deber ético y moral de prevenirla. A través de la escucha activa y el trabajo conjunto, construiremos un futuro más seguro para todas las mujeres”, agregó la autoridad.
El conversatorio también sirvió como un espacio de reflexión colectiva, en el que se compartieron ideas para fortalecer la prevención y sensibilización en la comunidad, así como la necesidad de mayor apoyo a las mujeres sobrevivientes de violencia.
También se contó con la presencia de la Directora Regional Subrogante de SernamEG, Alejandra Gajardo quien comento que “Nuestra oferta programática en la prevención y persecución de la violencia extrema contra mujeres como son los femicidios está radicado en varios de nuestros programas. El área Violencia de Género ha experimentado este año una reestructuración para mejorar nuestros servicios en calidad, enfoque y efectividad en la representación legal de casos vinculados con este tipo de delitos”.
La actividad dejó en claro que la prevención y erradicación de la violencia de género requieren un compromiso constante por parte de toda la sociedad, así como el fortalecimiento de las políticas públicas que protejan los derechos de las mujeres y promuevan su bienestar integral.