Una cirugía muy poco habitual tuvo lugar en el Hospital Regional de Antofagasta. A este antecedente habría que agregar que la intervención debió “tomar prestada” una técnica quirúrgica utilizada para la reasignación de sexo.
La génesis de esta intervención fue una prostatectomía radical (extirpación de la próstata) practicada en un paciente afectado de cáncer. Al poco tiempo de realizado este primer procedimiento, el varón operado pasó a integrar el escaso y raro número de casos que, tras una prostatectomía, sufren una fístula urinaria.
Baldo Espinoza, jefe de la Unidad de Urología del HRA, explica que esta fístula urinaria dejó una comunicación entre el cuello de la vejiga y el recto (parte del intestino). En otras palabras, el paciente comenzó a filtrar orina por el recto.
Esta complejidad es muy rara y ocurre en menos del 2% de los pacientes con prostatectomía radical. Es muy escaso el número de casos como estos y por lo mismo, también son pocos los médicos que tienen una dilatada o habitual experiencia en resolver el problema, acotó el especialista.
Baldo Espinoza explicó que para reparar este problema invitaron el urólogo Sergio Soler, jefe del Servicio de Urología del Hospital de La Serena. La razón de esta invitación obedece a que la técnica para reparar esta lesión tiene mucha similitud con la operación para la reasignación de sexo y, justamente, el doctor Soler tiene una amplia experiencia en este procedimiento.
El urólogo del Hospital de La Serena, comentó que la intervención tradicional para para resolver este problema, técnicamente, es muy compleja e invasiva, sobre todo porque el acceso al área por intervenir es difícil. El procedimiento, agregó, exige crear una barrera entre la vejiga y el recto con tejido del mismo paciente.
Soler explicó que la cirugía que realiza para corregir esta fístula está basada en un procedimiento creado por el médico Guillermo Mac Millan, profesional que durante décadas realizó operaciones de reasignación de sexo en el hospital Carlos Van Büren de Valparaíso.
“Es el mismo principio que se usa para la cirugía de genitoplastía (reasignación de genitales), y lo que hicimos fue ocupar parte de esa técnica de abordaje para luego utilizar un colgajo de grasa que se interpondrá entre estos dos tejidos (vejiga y recto).
La operación concluyó con éxito y la lesión reparada. Al respecto Soler comentó que siempre es un gusto asistir con su experiencia a otros hospitales, permitiendo que colegas puedan adquirir experiencia en este y otros tipos de abordajes quirúrgicos.
De la misma forma opinó el jefe de la Unidad de Urología del HRA, quien destacó que operaciones complejas y poco frecuentes como éstas sirven de experiencia para profesionales del HRA.