“La hipoacusia es una de las discapacidades más frecuentes en Chile,” afirma el doctor Felipe Gauna, otorrinolaringólogo del Hospital Regional de Antofagasta (HRA). Esta condición, caracterizada por la pérdida parcial o total de la audición, puede manifestarse en diversas etapas de la vida, siendo especialmente relevante detectarla en los primeros días de nacimiento. En este contexto, el HRA se ha posicionado como un referente en la detección y tratamiento de la hipoacusia, implementando exámenes auditivos para todos los recién nacidos que llegan a este recinto.
“Desde hace unos años realizamos un tamizaje auditivo a los pocos días de vida, un procedimiento clave para identificar a los niños con sorderas congénitas. Esto nos permite iniciar terapias tempranas y ayudar al cerebro a adaptarse al mundo sonoro de la forma más adecuada posible”, explica el doctor Gauna, enfatizando que el diagnóstico temprano es esencial para el desarrollo del lenguaje y la integración social.
El papel crucial de un equipo interdisciplinario
El abordaje integral de la hipoacusia en el HRA cuenta con un equipo compuesto por ocho otorrinolaringólogos, dos fonoaudiólogas, una tecnóloga médica y personal de apoyo, incluyendo paramédicos y enfermeras. Una de las fonoaudiólogas del equipo, Denisse Godoy, describe el impacto de su labor: “Trabajamos con pacientes desde recién nacidos hasta adultos, entregando rehabilitación auditiva y acompañándolos en terapias que pueden extenderse hasta los 10 o 12 años. Nuestro objetivo es desarrollar las habilidades auditivas necesarias para que los niños puedan integrarse plenamente a su entorno.”
De acuerdo con los profesionales del área, las terapias y tratamientos de integración podrían incluso extenderse durante largos períodos, abarcando incluso la adultez de los pacientes.
Es así que, el trabajo de este equipo no solo está enfocado en las intervenciones clínicas, sino también en el acompañamiento constante a las familias o redes de apoyo significativo. “Es fundamental (en el caso de los pacientes pediátricos) que los padres y el entorno cercano participen activamente en el proceso. Muchas veces, el compromiso familiar marca la diferencia en los avances del niño,” señala Godoy.
Historias que inspiran
El impacto del programa de detección y rehabilitación auditiva se refleja en los testimonios de las familias. Fernanda Lagos, madre de Felipe Valenzuela, relata cómo su hijo, diagnosticado con hipoacusia bilateral profunda y autismo grado 2, ha logrado avances significativos gracias al implante coclear y las terapias recibidas en el HRA. “Felipe disfruta de la música, reconoce sonidos de su entorno y ha ganado una calidad de vida que nunca habríamos imaginado. Estamos profundamente agradecidos por el apoyo y la dedicación del equipo del hospital.”
Por su parte, Carla Campos, madre de Valentina, una niña boliviana de 11 años que fue diagnosticada con hipoacusia severa bilateral profunda durante una visita a Chile, destaca la atención recibida: “El implante coclear transformó la vida de mi hija. Ahora puede reaccionar a los sonidos, desarrollar su lenguaje y relacionarse con sus amigas. Todo esto fue posible gracias al compromiso y profesionalismo del equipo del HRA.”
Un llamado a la atención temprana
Desde el HRA se hace un llamado a la comunidad a estar atentos a cualquier señal de pérdida auditiva, tanto en niños como en adultos mayores. “La audición nos conecta con el mundo. Si se detectan síntomas como dificultad para escuchar o retrasos en el desarrollo del lenguaje, es fundamental consultar de inmediato. Es preferible realizar un examen de más que lamentar las consecuencias de un diagnóstico tardío,” concluye el doctor Gauna.
Precisamente, para abonar a esa conexión integral con el entorno, los profesionales del Policlínico de Hipoacusia organizaron una fiesta navideña infantil, especialmente diseñada para que los pacientes y sus familiares pudieran compartir con los equipos de salud del Servicio de Otorrinolaringología del centro de salud regional, instancia en la que recibieron obsequios y participaron de juegos y actividades recreativas junto a médicos, enfermeras, fonoaudiólogos, kinesiólogos, entre otros.
Con iniciativas como esta, el Hospital Regional de Antofagasta reafirma su compromiso con la salud auditiva de la comunidad, brindando esperanza y calidad de vida a quienes enfrentan el desafío de la hipoacusia. En este sentido, desde el centro de salud destacaron no solo la excelencia técnica y ética del equipo de profesionales del servicio de Otorrinolaringología, sino también expresaron su reconocimiento a dicho personal por el profundo impacto humano en las vidas que transforman cada día.