Durante el pasado fin de semana, se llevaron a cabo los primeros talleres de Monitoreo Participativo de la cuenca del Loa, en el marco de la iniciativa priorizada del Nodo Landata, Laboratorio Natural Desierto de Atacama: “Levantamiento de información y propuesta de monitoreo actualizado y participativo en las cuencas hidrográficas del Desierto de Atacama”.
Los encuentros se realizaron en las localidades de Calama, Chiu Chiu, Lasana y Caspana, convocando a las comunidades y diversos actores clave comprometidos con la gestión sostenible del agua.
La iniciativa busca proponer un sistema de monitoreo participativo y continuo de la cuenca del Río Loa, abordando las brechas identificadas en el primer ciclo de Landata, como el aumento del estrés hídrico y la falta de transparencia en la información.
Los talleres tuvieron como propósito convocar a actores relevantes de las comunidades, y presentarles la propuesta de plan de trabajo para el monitoreo colaborativo de la cuenca del río Loa; acordar en conjunto los posibles puntos de monitoreo; e informar sobre las capacitaciones en técnicas de monitoreo de parámetros ambientales y físico-químicos que acompañarán el proceso.
Para Lila Colamar, representante del pueblo atacameño Likan Tatay de Calama este proyecto “es atractivo y muy beneficioso para la comunidad y el territorio porque nos dará la posibilidad de que nosotros mismos podamos monitorear las aguas y saber cuál es su calidad. También será una herramienta para poder defender y exigir mis derechos como agricultor, campesina y mujer indígena”.
Los datos recopilados durante el proceso de monitoreo participativo serán integrados en una plataforma de acceso público, facilitando su búsqueda, análisis y contribuyendo a una gestión hídrica más transparente ya que además integrará los datos recogidos por la Dirección General de Aguas (DGA) y de los distintos proyectos que han pasado por Resolución de Calificación Ambiental (RCA).
Nicolás Guiliani, investigador de LANDATA y Doctor en Microbiología e Ingeniería Genética, enfatiza que en una de las zonas más áridas del mundo, el Río Loa “no solo es la principal fuente de agua, sino también un eje fundamental para la agricultura, la cultura y la subsistencia de las comunidades. Su monitoreo participativo cobra especial relevancia, ya que permite a los propios habitantes ser guardianes de su recurso hídrico, detectando amenazas y proponiendo soluciones desde la producción y sistematización de datos empíricos, su conocimiento ancestral y su relación directa con el territorio”.
La segunda ronda de talleres se realizará durante junio próximo y marcará el inicio de los monitoreos participativos y capacitaciones que se extenderán hasta el mes de diciembre